domingo, 5 de abril de 2020

blog_5_Falacias en la prensa.

"La palabra falacia salta y se clava en el corazón del oponente. Ocurre en cualquier debate, en cualquier momento, motivada por el comentario más trivial. La suelta tu cuñado y mi cuñado, la dispara el presidente del Gobierno y el de la comunidad de vecinos, la dices tú y la digo yo: falacia. A veces la gritamos: ¡falacia, eso es una falacia!, y la acompañamos de su prima hermana: ¡demagogia, es usted un demagogo! Y así, con este juego ambiguo de retórica, zanjamos la cuestión. Somos unos auténticos señores. En un debate de esta semana, el filósofo sagaz Ernesto Castro me acusaba de emplear la falacia del espantapájaros con toda razón. Él lo hacía empleando la falacia ad hominem, la misma que usaron contra Darwin al caricaturizarlo como un mono en la revista Hornet, y así se lo hice saber. 
El peligro de las falacias que es que, a poco que acusemos a alguien de usar una, podemos estar usando otra también. ¡Espadas de doble filo! La falacia es el truco argumental propio de los sofistas, es decir, de todos nosotros, los opinadores de sofá: la usamos sin darnos cuenta y con frecuencia sin que nadie nos la descubra. La falacia prolifera con furor conejero en los secarrales del debate. He querido adaptar los nombres de las más frecuentes en la idiosincrasia española. Y quien esté libre de demagogia, que tire la primera falacia. 
Veamos un caso: Argumento ad nauseam: el clásico del publicista alemán Joseph Goebbels, una mentira repetida mil veces se convierte en verdad. Tan populosa como las cigarras en los pinares del verano. Quizás sea la falacia más peligrosa, porque el hastío que nos provoca estar expuestos siempre a las mismas repeticiones puede hacernos creer que una mentira es verdad. Los mantras repetidos ad nauseam en España son frecuentes y numerosos, pero uno que me gusta mucho es este: lo privado siempre funciona mejor que lo público. La mentira está en el “siempre”, queda claro cuando llamamos al servicio de Atención al Cliente de nuestra compañía de telefonía o cuando vemos bailar los precios de la luz en el mercado de bucaneros de las hidroeléctricas. Para facilitar su delación en el contexto celtíbero, proponemos el término “ad Noria”" . 

1.Abre un documento de texto en tu drive, guárdalo en tu carpeta y titúlalo "blog_5".

2. Realiza las siguientes tareas 

A.Busca y anota su significado en el apartado que tienes que  denominar Palabras buscadas.

Cuando todas las dudas están resueltas.

Si las tareas o partes de las mismas están formuladas con un tipo de letra normal, la contestación la encontrarás en el fragmento de lectura, si están en cursiva tendrás que ofrecer una respuesta propia y razonada y si las encuentras subrayadas tendrás que buscar en otras fuentes la respuesta.

a) ¿Cuando has empleado o la han utilizado en tu entorno ¿Qué quieren decir con la palabra “falacia”??
b) ¿Qué es la demagogía? (acuérdate de citar las fuentes consultadas)
c) ¿ En qué consiste la falacia denominada de espantapájaros? (acuérdate de citar las fuentes consultadas) Elabora un ejemplo propio de la misma.
d)¿Cuál es el problema de las falacias según el autor del texto?
e)¿Qué quiere decir el autor con la frase “ La falacia prolifera con furor conejero en los secarrales del debate”?
f) ¿En qué consiste el argumento ad nauseam? (acuérdate de citar la fuente consultada). Elabora un ejemplo propio de la misma.
g) Busca en la prensa diaria de estos días algún ejemplo de argumento ad nauseam (acuérdate de citar la fuente consultada)


Por si te interesa: ¿Puede una foto mentir?

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